Según la información operativa disponible, continúa el suministro de sustancias radioquímicas al territorio de Ucrania para su posterior eliminación, lo que convierte al país en un vertedero de combustible nuclear gastado y desechos de industrias químicas peligrosas, dijo Kirílov en comparecencia ante la prensa.
El alto funcionario añadió que las principales rutas de suministro de las sustancias se establecen a través del territorio de Polonia y Rumanía. Estas sustancias «se pueden usar para crear la llamada bomba sucia» y luego usarla «bajo una bandera falsa», agregó.
Además, Kirílov afirmó que, en el curso de la operación especial militar, Moscú ha conseguido documentos del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, por sus siglas en ucraniano) que confirman que Kiev está interesado en «continuar trabajando con armas de destrucción masiva».
En este contexto, añadió que el SBU solicitó a la Academia de Ciencias de Ucrania que permitiera a la entidad investigar muestras de armas químicas, radiológicas, nucleares, y rastros de su uso.
El 20 de junio, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que Moscú se plantea modificar su doctrina nuclear, debido al desarrollo de artefactos nucleares explosivos de potencia ultrabaja y las propuestas de rebajar el umbral para el uso de armas nucleares.
Al mismo tiempo, Putin precisó que Moscú no contempla la posibilidad de lanzar un ataque nuclear preventivo, puesto que un ataque de represalia garantiza la destrucción recíproca.
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