Las interrogantes y los cuestionamientos están a la orden del día, en especial sobre la designación del equipo que trabajará en el área económica, esencial para avanzar sus planes de desarrollo de El Salvador, algo que no estará exento de las “medicinas amargas” anunciadas por el gobernante en su discurso durante la investidura el 1 de junio.
Cuando el desafío económico es anunciado como el centro de la gestión, y dentro de esto el mantenimiento de las estrategias de desarrollo del turismo, impulsar una recuperación de la agricultura y fortalecer los renglones exportables a la baja en los últimos meses, hay silencio acerca de quiénes integrarán el nuevo gabinete.
Ya comienzan a hablarse de los perfiles de los probables integrantes del equipo que deben enfrentar un gran desafío dado que la economía local es, pese a opiniones contrarias, la que tiene la menor tasa de crecimiento en la región centroamericana.
Asimismo la economía familiar es el tema de mayor preocupación para los salvadoreños, con un alto costo de la vida y un mercado de empleo insuficiente para absorber a todas las personas que buscan un puesto de trabajo.
Entre los retos de Bukele está impulsar el empleo de cerca de 2.9 millones de trabajadores hacia sectores formales pues ahora el 58.1 por ciento de los salvadoreños ocupados se encuentran en el trabajo informal y un 41.9 en la formalidad.
Otro de los desafíos está relacionado con dedicar más recursos a la inversión pública, clave para el progreso económico y bienestar de la población.
Un reto destacado y que señalan encuestas y estudios es que en el país hay más de 1.92 millones de personas viviendo en pobreza, la mayor cifra desde 2018 cuando habían 2.05 millones de pobres. Solo en 2023, cerca de 55 mil 097 salvadoreños cayeron en esta condición, que es básicamente cuando no tienen suficientes ingresos para comprar los alimentos.
A estos y otros obstáculos se enfrentarán los que sean escogidos por el mandatario, sin embargo nada se sabe sobre quienes serán, y la ausencia de nombramiento ya entra en el campo especulativo.
Entre los posibles miembros del equipo se sugiere a Douglas Rodríguez, actual presidente del Banco Central de la Reserva (BCR), quien algunos ven en el cargo de ministro de Hacienda, mientras la titular de Economía, María Luisa Hayem, se prevé abandone ese puesto aunque puede mantenerse al frente de alguna entidad vinculada al sector.
Rodríguez es cuestionado por sectores opositores por una posible manipulación de los datos macroeconómicos, sobre todo los relativos al crecimiento económico y a la Inversión Extranjera Directa, en un intento de dar una buena imagen de gobernabilidad.
Hasta ahora hay pocas luces sobre quienes se desempeñarán en los ministerios de Economía y de Hacienda y en el Banco Central de Reserva, el núcleo central del gabinete económico.
Por el momento, y pese a críticas por ilegalidad, de sus acciones, siguen a la cabeza las mismas personas del periodo anterior: Jerson Posada en Hacienda, María Luisa Hayem en Economía y Douglas Rodríguez, en el BCR.
Este último, dada su cercanía con el mandatario, trabajó con él en la Alcaldía de San Salvador y en la Alcaldía de Nuevo Cuscatlán, además de ser hermano de Claudia Juana Rodríguez, designada presidencial, es probable que pase a Hacienda, según voces del pasillo que señalan, sin embargo, que no tienen la formación académica requerida.
En este escenario, algunas fuentes aseguran que la titular de Economía ya se despidió de su personal aunque se mantiene en el cargo a la espera de un sustituto que se encargue del ministerio más “caliente” del gabinete.
Uno de los nombres que surgieron como posibilidad para ser el nuevo ministro de Economía es el de Carlos Acevedo, presidente del BCR en los gobiernos del Frente Farabundo Martí, quien es visto como un buen perfil frente a los empresarios del país. Acevedo, sin embargo, niega, siquiera, cualquier negociación.
También se habla de la parlamentaria de Nuevas Ideas Dania González como posible candidata para el puesto aunque se menciona además a Federico Paredes, quien ocupó el puesto unos meses al inicio del periodo de Bukele, entre junio y noviembre de 2019.
Así está la situación sobre nombramientos que debieron ser aireados en los primeros días del gobierno, más cuando Bukele prometió a sus compatriotas arreglar la economía después de sus éxitos en el enfrenta miento a las pandillas.
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