“Mi tiempo en la Junta de Supervisión llega a su fin, después de casi ocho años, le he informado al presidente Joe Biden y al senador Mitch McConnell que no me postularé para un tercer mandato”, dijo Skeel.
Ratificó que su mandato terminará cuando el presidente estadounidense nombre a un miembro para ocupar el puesto y ese nombramiento se haga efectivo.
El abogado y profesor universitario norteamericano asumió la presidencia del ente fiscal a raíz de la renuncia del empresario puertorriqueño José B. Carrión III, quien dejó el cargo el 1 de julio de 2020.
La dimisión de Skeel al ente fiscal, creado por el Congreso de Estados Unidos en 2016 ante la quiebra del gobierno de Puerto Rico, se produce justo cuando Biden anunció que envió al órgano legislativo federal las nominaciones del exjuez de quiebras Arthur González y la educadora Betty Rosa como miembros.
“Los desafíos han sido formidables de maneras que no podía prever en el verano de 2016, pero al final nuestro trabajo ha sido igualmente gratificante”, manifestó el dimitente presidente de la JSF.
Afirmó que “nunca en mi vida profesional había hecho nada que considere tan significativo como mi trabajo para el pueblo de Puerto Rico”.
Anotó que cuando se estableció la Junta de Supervisión, Puerto Rico estaba al borde del colapso, sin un camino para reducir su aplastante deuda, por lo que la legislación Promesa abrió un camino legal, un camino justo, a la vez que también abrió un camino para reformas que traerán un futuro mejor.
“Estoy orgulloso de lo que hemos logrado juntos al reducir la deuda y estabilizar las finanzas de Puerto Rico; la estabilidad no es suficiente; debemos continuar nuestro trabajo para completar la recuperación de Puerto Rico y devolverle nuestras responsabilidades al gobierno electo”, remató.
Para Skeel, la Junta de Supervisión cumplirá con el mandato de Promesa de garantizar la responsabilidad fiscal a largo plazo, restaurar el crecimiento económico sostenible y brindarle al pueblo de Puerto Rico las oportunidades que se merece.
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