El informe divulgado dos semanas atrás llama a adoptar medidas urgentes para enfrentar violaciones graves contra las poblaciones infantiles, mientras el planeta enfrenta un número de confrontaciones solo comparable con los años de la Segunda Guerra Mundial.
El extenso texto consideró sin precedentes los niveles de sufrimiento de menores en estas situaciones, influenciados por causas como la naturaleza cambiante, la complejidad y la intensificación de los conflictos armados, así como el uso de armas explosivas en zonas pobladas.
“Los niños sufrieron un flagrante desprecio de sus derechos y de las protecciones consagradas en el derecho internacional humanitario y de derechos humanos, incluido el derecho a la vida”, dijo al respecto la representante especial del secretario general para niños en conflictos armados, Virginia Gamba.
En total, el pasado año se documentaron 32 mil 990 violaciones graves contra 22 mil 557 niños en situaciones preocupantes en todo el mundo.
En Palestina, esas violaciones aumentaron un 155 por ciento con respecto al año anterior, con más de ocho mil hechos reportados tanto en Israel como en los territorios ocupados.
Dentro de las formas graves de violencia contra menores en conflicto, el organismo reconoce al asesinato y la mutilación; el reclutamiento o utilización como soldados; la violencia sexual; el secuestro; los ataques contra escuelas y hospitales y la denegación de acceso humanitario.
El reporte identifica en un anexo a los responsables de estas violaciones, la llamada lista de la vergüenza, que incluye a países como Sudán, la República Democrática del Congo o Myanmar y señala a las fuerzas responsables.
Por primera vez Israel aparece en el listado del informe, que documentó dos mil 267 asesinatos de menores en Palestina, sobre todo en Gaza, de los cinco mil 301 registrados en todo el mundo.
«Los niños han sido reclutados y utilizados en el frente, atacados en sus propias casas, secuestrados de camino al colegio”, dijo la representante al pedir más conciencia y apoyo para frenar este comportamiento.
Cerca de la mitad de las violaciones fueron cometidas por grupos armados, incluidos aquellos designados como terroristas por Naciones Unidas, mientras que el resto fueron perpetrados por las propias fuerzas de seguridad de esos países y otros actores sin identificar, informó Gamba.
La diplomática de origen argentino aseguró que los datos obtenidos suponen “un toque de atención para tomar medidas”.
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