En una decisión publicada este jueves, la jueza -nombrada por Trump durante su mandato- solicitó celebrar audiencias adicionales sobre los intentos del exgobernante de impugnar pruebas clave en su caso y permitirá a sus abogados interrogar a testigos sobre la investigación y el registro en su residencia de Mar-a-Lago, donde se recuperaron los archivos.
Cannon expresò que quiere más evidencias sobre el lenguaje de la orden del FBI utilizada para confiscar registros clasificados en Mar-a-Lago en 2022 y sobre el testimonio ante el gran jurado del exabogado de Trump Evan Corcoran.
Esos temas se abordaron en las audiencias del pasado martes, pero Cannon no se pronunció al respecto.
La jueza, que no anticipó cuándo serán tales audiencias, ha sido muy criticada por prolongar el caso.
Según reseñas en medios locales, un fiscal advirtió en corte esta semana que, al parecer, el equipo de Trump estaba tratando de secuestrar el proceso.
Con su postura, Cannon está en línea con la estrategia de Trump y su defensa: demorar, demorar y demorar el juicio hasta después del día de las elecciones, el 5 de noviembre.
La percepción es que, por el camino que van las cosas, el expresidente, condenado ya en mayo en un primer juicio penal en Nueva York, durante el cual enfrentó 34 cargos por delitos graves, no irá al banquillo antes de esa fecha por lo de los documentos clasificados.´
Pese a sus problemas legales Trump podría ganar la presidencia de Estados Unidos otra vez, de acuerdo con algunas encuestas y modelos de pronóstico.
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