Fuentes oficiales indicaron que la firma de ésta y otras medidas ocurrirá durante la reunión del Consejo de Desarrollo Económico Social Sostenible, en Brasilia.
De autoría de la diputada Tabata Amaral, el proyecto de ley establece directrices a ser seguidas por los órganos del Sistema Nacional de Medio Ambiente (Sisnama) para reducir los impactos del cambio climático en lo ambiental, social y económico.
El texto complementa las reglas establecidas por la Política Nacional sobre Cambio Climático y que resultó aprobado el 12 de junio, en el Congreso Nacional.
Según el contenido, el plan nacional deberá ser elaborado por un órgano federal, aún por ser definido, en conjunto con la Unión, estados, municipios y sectores de la economía.
La iniciativa, que podrá ser financiada por el Fondo Nacional para el Cambio Climático, debe dar prioridad a las poblaciones, sectores y regiones más vulnerables y expuestos a riesgos climáticos.
También los criterios étnicos, raciales, de género, edad y condición de discapacidad deben ser considerados en la elaboración e implementación de las medidas.
Para su ejecución, las acciones definidas por los entes federativos tendrán además que basarse en informes científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático y necesitarán el aval del Sisnama, formado por órganos como el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables, y el Instituto Chico Mendes.
«Proteger el medio ambiente es salvar vidas, es garantizar el buen vivir para ribereños, pequeños comerciantes, habitantes de las periferias, comunidades tradicionales y personas que viven en áreas de riesgo», afirmó recientemente Marina Silva, ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático.
Desafortunadamente, alertó, «todavía hay quienes dudan de la relación entre la acción del hombre y la reacción de la naturaleza».
Señaló que el negacionismo en el país, en evidente referencia al mandato del exgobernante Jair Bolsonaro (2019-2022), retrasó por varios años la adopción de medidas urgentes, faltó el respeto a las reglas, instituciones y servidores ambientales e impuso un tiempo perdido.
«Por orientación del presidente Lula, el tema del cambio climático viene siendo fortalecido y tratado por todos los sectores y áreas del Gobierno de forma transversal, en diálogo con toda la sociedad», recordó.
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