Expertos de la entidad examinaron los niveles de tritio (isótopo radiactivo) en el séptimo lote de agua tratada con ALPS, que la Compañía Eléctrica de Tokio comenzó a verter este viernes al mar, indicó la OIEA en un comunicado.
El término de agua tratada con ALPS indica que el líquido fue sometido a sistemas avanzados de procesamiento para reducir todos los radioisótopos, excepto el tritio, por debajo de los niveles máximos permisibles para su liberación al medio ambiente.
Según el anuncio de la OIEA, sus especialistas tomaron las muestras de la central nuclear de Fukushima Daiichi y tras realizar un análisis independiente in situ, corroboraron que la concentración de tritio en el agua diluida está muy por debajo del límite operativo de 1500 becquerelios por litro y se ajusta a las normas internacionales de seguridad.
Japón tiene previsto seguir vertiendo por lotes el agua tratada con ALPS procedente de la central nuclear, golpeada por un terremoto de 9.0 grados de magnitud y un tsunami posterior, el 11 de marzo de 2011.
De acuerdo con expertos, el accidente nuclear en la planta de Fukushima alcanzó el nivel siete, el más alto en la Escala Internacional de Eventos Nucleares y Radiológicos.
Los diagnósticos de la OIEA también avalaron que los seis lotes anteriores vertidos al océano Pacífico sumaron aproximadamente 46 mil 500 metros cúbicos de agua, con concentraciones de tritio muy por debajo de los límites operativos.
Japón prevé realizar una serie de descargas al mar durante décadas, y a juicio de la OIEA el plan para manipular el agua tratada es coherente con las normas de seguridad internacionales y tendría un impacto radiológico insignificante para las personas y el medio ambiente.
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