Desde el 23 de junio, el relevo de la antorcha genera emociones y deviene en fiesta popular en la zona Este del país, con su paso por Alta Saboya, Doubs, la región histórica de Alsacia y Mosela, donde la víspera en la ciudad de Metz fueron testigos del encendido del pebetero más de 50 mil personas.
El periplo de la flama comenzó este viernes por Langres, una de las comunas más bellas de Francia, con su patrimonio medieval, renacentista y clásico, notable por la fortificación que la protege.
La segunda parada será la localidad de Bourbonne-les-Bains, conocida desde la antigüedad por los beneficios de sus aguas termales.
En total rondarán los 120 los portadores de la antorcha olímpica en Alto Marne, con escalas en su ruta también en Nogent, Colombey-les-Deux-Eglises, la capital departamental Chaumont, Froncles y cierre al caer la tarde en Saint-Dizier, otrora plaza fuerte y zona industrial.
La llama que llegó a Francia el 8 de mayo procedente de Olimpia, ciudad griega cuna del olimpismo, recorrerá en suelo galo 12 mil kilómetros antes de su encendido el 26 de julio en las inmediaciones del río Sena, en la ceremonia inaugural de los juegos de París-2024.
El último portador de la antorcha, el primero fue el laureado nadador Florent Manaudou, y la manera en la que se encenderá el pebetero oficial de la cita bajo los cinco aros, siguen siendo el secreto mejor guardado por los organizadores.
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