Un informe de la Unión Italiana del Trabajo (UIL), publicado este viernes en el sitio oficial de ese gremio, señala que como promedio cada año se registran en esta nación europea unas mil 200 víctimas mortales por esas causas, debido en gran medida a los altos niveles de inseguridad.
En ese documento, con el título “El trabajo que mata”, el cual fue presentado en una conferencia de prensa sobre salud y seguridad realizada en la sede nacional de la UIL, en esta capital, se refiere que el 91,7 por ciento de esas muertes correspondieron a hombres, y casi la mitad de los fallecidos tenían entre 50 y 64 años.
De acuerdo con esas estadísticas, que solo considera a trabajadores regulares, el 65 por ciento de las víctimas fatales eran extranjeros.
El 26 de junio último la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, reconoció durante una audiencia en la Cámara de Diputados, la explotación de migrantes en este país, e hizo referencia a la reciente muerte “horrible e inhumana” una semana antes, del inmigrante de origen indio Satnam Singh.
El trabajador falleció el pasado 19 de junio en el hospital San Camillo, de Roma, dos días después de que su empleador lo abandonó frente a la casa donde vivía, en la provincia de Latina, luego de que una máquina de la finca donde trabajaba le amputó el brazo y le rompió las piernas mientras recolectaba melones.
En el reciente análisis presentado por la UIL se destaca que en 2023 aumentó la incidencia de accidentes laborales entre trabajadores menores de 20 años, con un incremento del 11,7 por ciento en relación al año anterior, al pasar de 73 mil 862 a 82 mil 493 casos en ese grupo etario.
El 19 de marzo de este año ese gremio realizó una demostración en condena al incremento de las muertes en accidentes laborales y colocó, en denuncia a esos hechos, mil 41 ataúdes en la céntrica Plaza del Pueblo, “para despertar conciencias contra la inaceptable mortalidad laboral en Italia”, según señaló la UIL en un comunicado.
mem/ort
