El arranque de los 176 pedalistas distribuidos en 22 equipos será también inusual en la Grande Boucle por sus complicaciones, un tramo de media montaña de 206 kilómetros entre Florencia y Rímini, adornado con tres ascensos de segunda categoría y cuatro de tercera.
Marcada como antesala de los Juegos Olímpicos de París-2024, que iniciarán el 26 de julio, la famosa carrera se perfila como el cuarto capítulo del duelo de jóvenes monstruos del ciclismo, el campeón de las últimas dos versiones, el danés de 27 años Jonas Vingegaard (Team Visma) y su escolta en el podio, el esloveno de 25 Tadej Pogacar (UAE Team Emirates).
El balcánico se impuso ante su rival en 2021 –había ganado también en 2020- y saldrá este año con la etiqueta de mayor favorito, ya que Vingegaard protagonizó para llegar aquí una recuperación milagrosa de la grave lesión sufrida en abril en la Vuelta al País Vasco, donde una caída en Itzulia lo dejó con contusión pulmonar, un neumotórax y fracturas de clavícula y costillas.
Pogacar busca el doblete Giro de Italia-Tour de Francia, que no se consigue desde 1998, cuando lo logró Marco Pantani.
En el clásico francés destacan otros atletas estelares a tener en cuenta, entre ellos el británico Adam Yates (UAE Team Emirates), el belga Remco Evenepoel (Soudal Quick-Step) y el esloveno Primoz Roglic (Red Bull-Bora-Hansgrohe).
Por Latinoamérica la participación será discreta, con cinco pedalistas, encabezados por el colombiano Egan Bernal (Ineos Grenadiers), titular del Tour en 2019, y el ecuatoriano Richard Carapaz (EF Education-Easypost), tercero en la Grande Boucle en 2021 y monarca olímpico de la ruta en Tokio-2020.
Completan la relación de latinoamericanos los cafeteros Fernando Gaviria (Movistar), Santiago Buitrago (Bahrain Victorius) y Harold Tejada (Astana Qazaqstan Team).
Otra peculiaridad de la edición 111 del Tour de Francia será su llegada a Niza el 21 de julio en una contrarreloj, después de tres mil 498 kilómetros de recorrido, en el primer cierre del giro fuera de la Región Parisina.
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