La sociedad civil informó a Radio Okapi que en esa localidad permanecieron apenas entre un cinco o un 10 por ciento de los habitantes, desde que la víspera el Movimiento 23 de Marzo (M23) se hiciera con el control del sitio.
El administrador del territorio de Lubero, el coronel Alain Kiwewa, admitió que la situación de seguridad se ha vuelto preocupante debido a la afluencia de personas desplazadas hacia zonas más seguras provenientes de Kanyabayonga, de Miriki y también de Luofu.
Este sábado las comunas rurales de Kayna y Kirumba estaban saturadas de quienes huyeron de sus hogares por la guerra, dijo Kiwewa al medio de prensa y agregó que algunos incluso tratan de llegar hasta Butembo, en la provincia de Ituri.
El administrador del territorio de Lubero llamó una vez más a la población “a mantener la calma y tener confianza en el ejército”; sin embargo, los desplazados de Rutshuru, que llevaban varios meses viviendo en Kanyabayonga, no saben ahora qué camino tomar en busca de seguridad.
En tanto, la coordinación de la sociedad civil y las fuerzas activas de la provincia de Ituri mostraron preocupación por la progresión del M23 y el temor de que los desplazados de Kivu Norte se dirijan hacia esa región, donde ya hay cerca de dos millones de refugiados.
En tal sentido, pidieron al Gobierno atender con urgencia la situación, antes de que el movimiento avance hacia Butembo y Beni.
“El Estado congoleño debe revisar su estrategia porque no sabemos cómo explicar cuál es la base de esta retirada estratégica diaria de nuestras fuerzas armadas”, refirieron en un mensaje dirigido a las autoridades.
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