Las interrupciones en los viajes se producen después de que los miembros de la Asociación Fraternal de Mecánicos de Aviones abandonaran su trabajo el viernes por la tarde, afirmando que la «falta de voluntad de WestJet para negociar con el sindicato hizo que la huelga fuera inevitable».
Dicha acción laboral ocurre después de dos semanas de tensas negociaciones, que resultaron en que el gobierno federal interviniera y ordenara a WestJet y al sindicato acudir a un arbitraje vinculante. El ministro federal de Trabajo, Seamus O’Regan, informó que se había reunido con ambos partidos.
“Me reuní con WestJet y el sindicato. Les dije que necesitaban trabajar junto con la Junta de Relaciones Industriales de Canadá para resolver sus diferencias y lograr su primer acuerdo. Hay mucho en juego aquí. Los canadienses necesitan que esto se resuelva”, escribió.
En tanto las negociaciones parecen continuar estancadas, la aerolínea con sede en Calgary canceló más de 700 vuelos en todo el país, lo que afecta a unos 100 mil viajeros durante este fin de semana.
Hasta este domingo por la noche, según el comunicado, la flota de la compañía se reducirá a aproximadamente 30 aviones.
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