En criterio del militar, expresado en el sitio oficial del ministerio de Defensa, esta situación conlleva a una creciente tensión en la frontera común, y posibilitará incidentes y actos de sabotaje, que amenazan con llegar a una provocación ucraniana a gran escala, para lo cual el ejército belaruso se está preparando.
Según Lukashevich, las fuerzas Armadas de Ucrania apoyan a la oposición , que podría apoderarse del centro regional y convertirlo en una “ventana” para la penetración de armas y recursos financieros de la Unión Europea en Belarús para desestabilizar la situación.
En particular, se aprecia mucha más tensión en la región de Zhitomir, donde se encuentran estacionados vehículos de combate de infantería estadounidenses, sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes, artillería pesada de largo alcance y otros equipos, señaló Lukashevich.
Además, “a pesar de las enormes pérdidas y la falta de equipamiento”, el ejército ucraniano lleva un gran número de personal a las fronteras belarusas, donde construyen instalaciones defensivas y barreras antiminas.
Seguramente en el futuro, a través de esos asentamientos será posible que grupos enemigos de sabotaje y reconocimiento y destacamentos de incursión penetren en territorio belaruso para llevar a cabo sabotajes y ataques terroristas, sugirió Lukashévich.
Igualmente, agregó que las Fuerzas Armadas de Ucrania desplegaron sistemas de vigilancia de inteligencia electrónica cerca de la frontera común y utilizan ampliamente vehículos aéreos no tripulados, que periódicamente violan el territorio de Belarús.
Lukashevich advirtió que se desplegaron fuerzas de defensa aérea adicionales para cubrir la frontera con Ucrania., como respuesta al fuerte aumento en el número de vuelos de drones ucranianos de reconocimiento en las zonas fronterizas.
Hasta ahora no ha habido provocaciones evidentes en la frontera con Ucrania, pero, como afirmó el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Bielorrusia, Pavel Muraveiko, la situación es difícil.
Según su evaluación, se ven claramente los desafíos reales y las condiciones para llevar a cabo cualquier manipulación. “Estamos al día”, aseguró Muraveiko.
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