Afirmó que “en materia cambiaria, el programa establece un tipo de cambio claramente determinado desde hace muchos años, y no se tiene previsto cambiar. Y no hemos ni siquiera pensado en hacer algún tipo de modificación”, dijo al canal estatal Bolivia Tv.
Recordó que el tipo de cambio se mantiene en 6,96 bolivianos por dólar para la venta y en 6,86 para la compra desde 2011.
La última vez que se movió esta paridad fue el 2 de noviembre de 2011, cuando la moneda nacional se apreció de 6,97 bolivianos a 6,96 para la venta y de 6,87 a 6,86 para la compra por cada moneda estadounidense.
Rojas refutó así versiones de políticos opositores y analistas sobre una posible devaluación de la moneda nacional.
Insistió en que los indicadores económicos tienen un buen desempeño, a pesar de un contexto externo adverso.
Comentó que hasta “(…) mayo nos está yendo relativamente bien, digamos, en los parámetros que hemos establecido. Si es que pudieran generarse algunos elementos, como la aprobación de créditos nos hubiera ido mucho mejor”, destacó.
Lamentó que en la Asamblea Legislativa Plurinacional se encuentran estancados en su tratamiento 900 millones de dólares provenientes de créditos, debido a quienes se oponen al Gobierno del presidente Luis Arce.
Esos préstamos internacionales están asignados a obras de desarrollo económico y social en diferentes regiones de Bolivia.
“Lo cierto es que nuestro país, con las últimas estadísticas, tiene una economía en expansión y con estabilidad, son dos elementos importantes que no podemos soslayar en el momento de ver cómo está el desempeño de nuestra economía”, explicó Rojas.
Durante una conferencia de prensa, el 28 de mayo último, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, negó que Bolivia sufra una crisis económica, pese al contexto internacional adverso, gracias a las políticas aplicadas por el Gobierno nacional.
Indicó que esta situación contrasta con la escalada de precios de los países vecinos y del mundo en general, que repercuten en las mercaderías importadas, pero el fenómeno es refrenado gracias a las medidas de protección aplicadas por el Órgano Ejecutivo.
“En Bolivia, (…) somos resilientes, nos adaptamos, no estamos en crisis como quieren posicionar (los) analistas económicos y políticos que intentan generar un ambiente de zozobra o de caos”, aseguró.
A manera de ejemplo, refirió que los precios de la gasolina aumentan en países de América del Sur, como en Uruguay, donde se mantiene a dos dólares por litro, mientras que en Bolivia continúa a 0,54 (3,74 bolivianos).
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