Todas las proyecciones de voto dan ganadora esta noche a la extrema derecha en la primera vuelta, con un 33-34 por ciento, y segunda a la izquierda (28-29), con el escenario de que la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, y por tanto la posibilidad de llegar o no al poder, se definirá el 7 de julio en la segunda ronda.
En muchas de las 577 circunscripciones se enfrentarán el domingo próximo candidatos de RN y del Nuevo Frente Popular, y en no pocas serán tres los aspirantes, en algunos casos con representación de la fuerza gobernante Renacimiento y sus aliados y en otros de la derecha tradicional (Los Republicanos).
A propósito del triunfo de RN, que también se impuso en las europeas del 9 de junio, su líder, Marine Le Pen, pidió a los franceses que otorguen a ese partido la mayoría absoluta (al menos 289 de los 577 diputados de la cámara baja) para llegar al gobierno, a través de la designación de Jordan Bardella como primer ministro.
Los invito a unirse a la coalición de la libertad, de la seguridad y de la fraternidad, movilicémonos para que el pueblo gane, afirmó ante seguidores.
Le Pen manifestó que bajo un gobierno de RN, “ningún francés perderá sus derechos”.
Por su parte, líderes de las fuerzas de izquierda aglutinadas en el Nuevo Frente Popular, integrado por socialistas, insumisos, comunistas y ecologistas, convocaron a impedir la llegada al poder de la extrema derecha en suelo galo.
De acuerdo con los máximos dirigentes de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, y del Partido Socialista, Olivier Faure, la izquierda retirará a su candidato en caso de que avance tercero a la segunda ronda, en aras de frenar a RN.
Nuestra consigna es clara, ni un solo voto, ni un solo escaño de más a la extrema derecha, sentenció Mélenchon.
Las primeras proyecciones otorgan a RN una cantidad de diputados que roza la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, cuya composición definitiva no se conocerá hasta después de las votaciones del 7 de julio.
Al margen de esto, las fuerzas políticas ocupantes esta noche de las dos primeras posiciones, coincidieron en destacar el fracaso del oficialismo, alegando el final del llamado “Macronismo”.
La democracia habló, el bloque del Macronismo fue prácticamente borrado, dijo Le Pen.
El partido oficialista Renacimiento y sus aliados quedaron relegados en la primera ronda de las legislativas, con un 20-21 por ciento de los sufragios, lo que al parecer conduce a la pérdida del puesto de primer ministro.
Macron se vería obligado a nombrar un primer ministro opositor, de la fuerza que logre la mayoría absoluta en la Asamblea, asumiendo una incómoda cohabitación en el poder, aunque ya descartó su renuncia.
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