Un comunicado conjunto que circula este domingo y que fuera divulgado anoche a través de las redes sociales, destacó el “ambiente propositivo y constructivo” en las sesiones de este primer diálogo desarrollado entre el 24 y 29 de junio.
En el texto las partes convinieron en la conformación de una subcomisión técnica, a la que serán invitados los acompañantes y garantes de Cuba, Noruega y Venezuela, junto a los representantes de la Conferencia Episcopal y de las Naciones Unidas.
Este grupo está encargado de establecer la “georreferenciación en los municipios, corregimientos y veredas, donde la Segunda Marquetalia-Ejército Bolivariano tenga presencia”, y deberá presentar a la Mesa de Diálogo su informe el 15 de julio venidero.
Rubricado por Armando Noboa y Walter Mendoza como jefes negociadores, respectivamente, el documento anunció la celebración de una reunión a más tardar el 20 de julio con las comunidades de Tumaco, Nariño, y representantes de las delegaciones dialogantes, para presentar un acuerdo de desescalamiento.
Incluye también la presentación de un cronograma para identificar proyectos sociales y económicos de rápido impacto y el acompañamiento de los países garantes, la Misión de Verificación de la ONU y la Conferencia Episcopal Colombiana.
La nota anunció que el “Gobierno Nacional garantizará las medidas de seguridad necesarias para la realización de esta reunión”, mientras la guerrilla se comprometió a “no permanecer armada ni uniformada en cabeceras municipales y cascos urbanos ni en vías terrestres y fluviales primarias y secundarias”.
El grupo armado hizo el compromiso, además, de entregar a las “personas que tenga retenidas, y al respeto y garantías a la población civil”, de manera especial a las comunidades de protección constitucional en los territorios de presencia de la Segunda Marquetalia.
Precisó el comunicado conjunto que la implementación integral del desescalamiento iniciará “a la entrada en vigencia del Decreto Presidencial de suspensión de las operaciones militares ofensivas”, y en cuyas zonas la “Fuerza Pública proveerá las condiciones de seguridad”.
Las partes acordaron también elaborar un conjunto de medidas de distribución temprana a la “reparación de las víctimas del conflicto en las zonas donde se desarrollen actividades de transformación territorial para la paz”, además de priorizar programas de reforma agraria integral y de restitución de tierras.
El texto conjunto agradeció el apoyo y acompañamiento Cuba, Noruega y Venezuela, a los representantes de la Conferencia Episcopal y de las Naciones Unidas, y solicitó a la isla caribeña ser sede en La Habana, en la segunda semana de agosto, del próximo ciclo de negociaciones.
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