Tras recibir a Chaves, quien arribó al istmo acompañado de su canciller Arnoldo André Tinoco para asistir mañana a la ceremonia protocolar de trasmisión de mando presidencial, Mulino enfatizó en asuntos relacionados con el paso de viajeros en zonas limítrofes y el centro de control integrado de Paso Canoas.
En octubre de 2023, Chaves recorrió junto al mandatario panameño saliente, Laurentino Cortizo, el centro de recepción de migrantes en Lajas Blancas, en la selva del Darién, a donde llegan en canoas un promedio diario de mil a mil 500 personas con destino a Estados Unidos, luego de atravesar la jungla.
En aquel encuentro, Chaves y Cortizo convocaron a presidentes de países de la región de origen, tránsito y destino de migrantes a una reunión urgente para abordar de conjunto esa crisis, encuentro que se efectuó después en México, donde acordaron además trasladar en ómnibus a los viajeros por el territorio tico.
También este domingo, a 24 horas de la investidura como jefe de Estado, Mulino recibió a Mayorkas para subrayar la necesidad de cooperar estrechamente y resolver la crisis humanitaria en Darién.
Mulino adelantó su voluntad de cerrar la frontera y repatriar a los migrantes, con respeto a sus derechos humanos y con ayuda internacional.
Días después anunció que firmaría un convenio con el funcionario estadounidense de alto rango para lograr que los gastos de esas operaciones los asuma el norteño país.
En esa reunión, Mulino destacó su propósito de combatir el negocio alrededor de la migración irregular, además insistió en la necesidad de fortalecer los mecanismos de cooperación internacional en materia de seguridad.
Según un reciente comunicado del Servicio Nacional de Migración (SNM), en la Operación Flujo Controlado se registró en lo que va de año el paso por esa jungla de 195 mil 817 personas.
Sólo en junio llegaron 25 mil 803 personas, de ellas 20 mil 491 son adultos y cinco mil 312, menores de edad.
De mantenerse esa tendencia, el SNM y representantes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia estiman que al cierre de 2024 esa cifra podría llegar a los 800 mil migrantes irregulares.
El año pasado cruzaron la jungla más de 520 mil viajeros, de ellos un 20 por ciento infantes, a pesar de los peligros naturales que ponen en riesgo la vida y el acoso de grupos criminales.
npg/ga
