El acusador José Pérez sorprendió al enjambre de reporteros que lo esperaba, al presentarse con el blindaje que sugería un posible riesgo por ser el implacable acusador de la titular del partido Keiko Fujimori desde el inicio de las investigaciones, hace ocho años.
La sala de audiencias estaba atiborrada por los la mayoría de los 49 procesados y sus abogados, más el personal judicial y algunos periodistas, mientras en la calle, decenas de partidarios de Keiko Fujimori alegaban a voz en cuello su pretendida inocencia y los de Pérez lo alentaban y lo proclamaban héroe nacional.
Antes de ingresar y en breves declaraciones, Pérez remarcó la obligación de instalar hoy el juicio, en el que pide 30 años y 10 meses de cárcel para Fujimori y penas menores para los co-inculpados, y que no haya postergaciones, porque el procedimiento legal así lo determina.
La advertencia se justificó cuando casi todos los abogados pidieron que se suspenda el inicio del juicio, tras la tediosa declaración de datos personales de Keiko Fujimori, su
exesposo norteamericano Mak Vito, y la mayoría de los otros 47 acusados, uno por uno.
El pedido de los defensores, que alega vicios procesales, fue rechazado por el juez que monitoreó larga investigación por lavado de activos, integración de una organización criminal y y el alegato de que hubo vicios procesales fue repetido hoy.
El fiscal Pérez pidió instalar el proceso y escuchar su acusación para después dar paso a los alegatos abogadiles, pero el tribunal accedió a escuchar la fundamentación de los defensores.
Previamente, la presidenta del tribunal, Juana Caballero, anunció la decisión colectiva de declarar reos contumaces a los inculpados Luis Barboza, Juan Frisancho, Melissa Sasaki e Ítalo Pachas, por no presentarse a la audiencia, y ordenó capturarlos.
También dispuso un examen de medicina legal para los acusados Luis Mejía, Vicente Silva y Efraín Goldenberg, este último de 94 años y ex primer ministro, excanciller y extitular de Economía y Finanzas del gobierno de mano dura (1990-2000) de Alberto Fujimori, padre de Keiko.
Desde las primeras horas de la jornada, el secretario general de Fuerza Popular, Luis Galarreta, recorrió estaciones de televisión y radio, alegando que no hay pruebas contra la líder de su partido e intentando desacreditar al fiscal.
En la semana, personeros del mismo partido insistieron en esa prédica y en alentar la posibilidad de que Fujimori, de 86 años y enfermo, sea candidato presidencial de la organización.
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