El pasado 19 de junio, el ministerio de Comercio Exterior y Cooperación, con el objetivo de favorecer el desarrollo nacional, autorizó la exportación a Ucrania de 24 cazas F-16 y siete motores para ese tipo de naves, indicó la titular de Defensa saliente, Kajsa Ollongren.
Dentro de poco, presumiblemente en este verano, Países Bajos suministrará los F-16 a Ucrania, señala una carta de Ollongren a la Cámara de Representantes (cámara baja del legislativo neerlandés), citada por la televisión capitalina.
Para el jefe del comité de Defensa de la Duma (cámara baja del parlamento ruso), Andrei Kartapolov, en caso de que los F-16 participen en acciones combativas, tanto ellos como los aeródromos donde se desplieguen serán objetivos de las fuerzas armadas de su país.
El jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, declaró recientemente que la utilización de los mencionados cazas, capaces de portar armas nucleares, será vista como una señal de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en la esfera de la confrontación atómica.
Rusia advierte en todo momento que los intentos de Occidente de rearmar a Ucrania solo prolongan el conflicto, después de que el 24 de febrero de 2022, el presidente Vladimir Putin ordenó una operación bélica para proteger a la sublevada región del Donbás.
Desde entonces, Ucrania recibió más de 165 mil millones de dólares en armamentos, incluidos, tanques, vehículos blindados de otro tipo, obuses, sistemas antiaéreos y coheteriles, drones, aviones de guerra de fabricación soviética, así como datos de inteligencia y asesoría.
Otras naciones como Estados Unidos, Dinamarca y Polonia, entre otras, expresaron su intención en su momento de suministrar F-16 a Ucrania, pese a que ello supone una implicación casi directa de esos estados en las acciones combativas, pues deben garantizar la logística de esos vuelos.
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