Esta postura proactiva tiene como objetivo mitigar los daños previstos del huracán, garantizando que la columna vertebral de la economía local sostenida por sus agricultores y pescadores enfrente una perturbación mínima.
Tras su paso por las Islas de Barlovento, el fenómeno de Categoría 4, dejó al menos una persona muerta mientras generaba vientos catastróficos superiores a los 240 km por hora, lluvias intensas y marejadas ciclónicas potencialmente mortales.
En vista del embate, el ministerio activó un equipo especializado de respuesta a huracanes encargado de prepararse para la tormenta e incluye la coordinación con diversas partes interesadas para implementar medidas estratégicas diseñadas para salvaguardar los sectores amenazados.
Respecto al apoyo específico para zonas propensas a inundaciones, el ministerio desplegó agentes de extensión en áreas críticas, incluidos los terrenos ricos en vegetales de Clarendon y St Ann sumado a la limpieza de varios desagües y cursos de agua.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, el fenómeno hidrometeorológico se ha vuelto “aún más fuerte a medida que avanza rápidamente por el sureste del Caribe”, y se espera siga siendo un huracán extremadamente peligroso a medida que avanza sobre la zona oriental de la región.
Beryl tocó tierra poco después de las 11:00 hora local en la isla Carriacou de Granada en el Mar Caribe con fuertes vientos y, hasta la fecha, resulta el huracán más fuerte conocido que ha impactado las Granadinas, según datos oficiales que se remontan a 1851.
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