Según testigos presenciales, las calles del centro capitalino se vieron colmadas de jóvenes manifestantes que fueron dispersados por la policía con gases lacrimógenos, y según las fuentes, esa imagen se repitió en otras ciudades del país.
Asimismo se dijo que la mayoría de los comercios en Nairobi permanecían cerrados y había poco tráfico en las calles.
El inicio de las protestas fue el intento de promulgar una ley que subía los impuesto pero ahora los manifestantes exigen la renuncia del gobierno al que acusan de corrupción, y la dimisión del presidente William Ruto.
Por otra parte, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenya (Knchr), los muertos desde el comienzo de las demostraciones se elevan a 39, versión que fue negada la víspera por el presidente Ruto, quien solo reconoce 19 fallecidos en los enfrentamientos con la Policía.
También la Knchr eleva la cifra de heridos a 361 así como 627 detenidos.
Por su parte, el presidente Ruto, además de no firmar la problemática Ley de impuesto que provocó el caos, condenó la violencia durante las protestas y lamentó la pérdida de vidas.
Los primeros brotes de violencia, a principios de la pasada semana, compelieron al gobierno en un principio a desechar dos de las propuestas, aumento del IVA al pan, y gravamen a la posesión de vehículos, pero el gesto conciliador fue insuficiente y las protestas prosiguieron con saldo de muertos, heridos y arrestados, por lo que el presidente decidió no promulgar la controvertida ley.
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