Expertos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) coinciden en que ese récord establece un precedente alarmante para lo que se espera que sea una temporada de huracanes muy activa con riesgos para toda la cuenca atlántica, y pone de relieve una vez más la necesidad del sistema de alertas tempranas multi riesgo.
Huracán de categoría 5 en la escala Saffir Simpson se dirige hacia Jamaica, sus vientos sostenidos han aumentado a casi 270 kilómetros por hora (km/h) con ráfagas más altas y se extienden hacia el exterior hasta 65 km/h, según el Centro Meteorológico Regional Especializado de la OMM, operado por el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Beryl azotó el sur de las islas de Barlovento, con fuerza de categoría cuatro, golpeó directamente Granada y tuvo importantes repercusiones en San Vicente y las Granadinas, islas pequeñas con poca experiencia en hacer frente a un huracán de esa magnitud.
Según las previsiones es probable que para mañana se produzcan fluctuaciones en su fuerza, pero se espera que siga siendo un huracán de gran intensidad extremadamente peligroso a medida que su núcleo se adentre en el Caribe oriental. También debe tener cierto debilitamiento en el Caribe central a mediados de semana.
El Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos advirtió de daños por vientos potencialmente catastróficos en el núcleo de Beryl, que puede llegar a Jamaica tan pronto como el miércoles.
«Basta con que un huracán toque tierra para hacer retroceder años de desarrollo socioeconómico. Por ejemplo, el huracán María en 2017 le costó a República Dominicana el 800 por ciento de su Producto Interno Bruto», dijo el secretario general adjunto de la OMM, Ko Barrett.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático predijo que la proporción de ciclones tropicales intensos y las tasas de precipitación media y máxima aumentarán como consecuencia del cambio climático.
Beryl se intensificó de depresión tropical a huracán de categoría 3 en 42 horas, y 4 en 48 horas, lo cual no tiene precedentes en junio, pero coincide con la tendencia reciente a una intensificación muy rápida, como fue el caso del huracán Otis, que alcanzó la categoría cinco de la noche a la mañana y azotó el centro turístico mexicano de Acapulco en octubre pasado.
Se acuerdo con Philip Klotzbach, quien forma parte de la red de expertos científicos de la OMM, el contenido de calor oceánico en el Caribe es hoy el que se registra normalmente a mediados de septiembre.
Tradicionalmente, el Atlántico central y oriental se vuelve más activo en agosto, en parte porque las temperaturas oceánicas han tenido tiempo de calentarse y alimentar los sistemas en desarrollo, algo que no antes ya que las aguas no son lo suficientemente cálidas en junio y julio para ayudar a los sistemas tropicales a prosperar, explicó.
Esto prepara el terreno para lo que se espera sea una temporada de huracanes especialmente activa y peligrosa para toda la cuenca atlántica, caribeña y centroamericana, puntualizó el especialista.
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