Hasta el momento se desconoce el valor del rescate de la banda armada para la devolución del reverendo, y el resto de los plagiados.
La violencia que ejercen las pandillas en Haití afecta actualmente a todos los sectores, incluyendo el religioso con daños a las iglesias, templos y sedes de culto.
Pierre Caporal, presidente de la Unión Haitiana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día informó que 55 instalaciones fueron cerradas debido al aumento en el número de bandas armadas que se apoderan de diferentes comunidades y regiones, y esa cifra sigue aumentando cada día.
Más de dos mil familias adventistas fueron desplazadas, entre ellas 18 núcleos de pastores y administradores de asociaciones y misiones.
Las casas de 305 colectivos familias adventistas fueron quemadas por las pandillas, lo que significa que perdieron todas sus pertenencias, agregó Caporal citado por la radio local.
Algunas iglesias renunciaron a la presencia física de sus seguidores y sus miembros están tratando de buscar en línea para seguir a otras entidades.
Otros decidieron escuchar el servicio en Radio Voice of Hope, una estación operada por los Adventistas del Séptimo Día en todo el país.
Algunos se reúnen en tiendas de campaña o alquilan espacios, y la mayoría prefieren realizar los cultos en las tardes, pues en la noche no les resulta seguro.
Semanas atrás los pandilleros atacaron un seminario religioso y la primera Iglesia Bautista de Haití con más de 180 años de fundada, además de secuestrar sacerdotes, pastores y monjas, por ellas, el Papa Francisco rogó por su liberación.
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