Esta situación se apreció debido a la presión de los elevados rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos y un dólar más fuerte, mientras los inversores esperaban los comentarios del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, y más datos para obtener pistas sobre la trayectoria de las tasas de interés.
El oro al contado bajó 0,3 por ciento a dos mil 325,16 dólares la onza. El rendimiento de los bonos referencia del Tesoro a 10 años alcanzó un máximo de un mes el lunes y se mantenía elevado el martes, lo que hacía que los lingotes fueran menos atractivos.
Por tanto, el oro bajó cinco por ciento desde el máximo histórico de dos mil 449,89 dólares por onza que tocó el 20 de mayo, un repunte causado por la demanda de refugio impulsada por la incertidumbre geopolítica y económica.
Los bancos centrales declararon unas 10 toneladas métricas de compras netas de oro en mayo, 56 por ciento menos intermensual, según el Consejo Mundial del Oro.
mem/rfc
