Desde hace 65 años, las administraciones norteamericanas mantienen una política de desestabilización y ataque permanente a Cuba. No se trata solo del bloqueo criminal en flagrante violación del derecho humanitario, sino también de 243 medidas coercitivas impuestas por Washington, incluyendo la inclusión en ese listado, señala un comunicado de esa entidad.
El mensaje, firmado por el secretario general de la CTA-A, Hugo Godoy señala que la hipocresía de esa última acción mencionada se evidenció aún más cuando en mayo de este año el Departamento norteamericano de Estado anunció que la isla no estaba en su reporte de 2023 sobre países que no cooperan en la lucha contra el terrorismo.
“Entonces, ¿por qué Cuba continúa en la lista negra que le impide realizar transacciones bancarias internacionales y adquirir bienes esenciales como combustibles, alimentos, productos de higiene y medicamentos, que coarta sus derechos humanos?”, cuestiona la agrupación sindical.
La realidad es que la nación caribeña es una activa patrocinadora de la solidaridad, el derecho a la salud, a la paz y a la educación. Desde el triunfo de la Revolución, resiste la presión de la mayor potencia mundial y construye un proyecto propio, apunta el texto.
Por otra parte, recuerda que las agresiones estadounidenses fueron condenadas en repetidas ocasiones por la comunidad internacional.
La Asamblea General de las Naciones Unidas lleva 31 años denunciando el bloqueo contra Cuba. En la más reciente votación, 187 países se pronunciaron en contra de esa política, mientras que solo tres —Estados Unidos, Israel y Ucrania— se opusieron, indica el comunicado.
A pesar de las dificultades, la isla demostró una capacidad de resistencia admirable. Los trabajadores de la CTA-A reafirmamos nuestra solidaridad y apoyo inquebrantable a Cuba, a su pueblo y a su gobierno, a los hermanos que sufren el ataque unilateral e imperial más prolongado de la historia de la humanidad.
Esta flagrante violación de los derechos humanos debe cesar ya, concluye.
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