Según el ministro de Defensa, Claude Rameau Bireau, que confirmó la acción, el hecho ocurrió en la localidad de Bocaranga y provocó el desplazamiento de unas ocho mil 500 personas.
Testigos presenciales señalaron que la vecindad, fue atacada al amanecer con un intenso fuego de armas automáticas y pesadas, que golpearon los destacamentos de las fuerzas de seguridad, así como de la policía con base en Ngoutéré, situada a 45 kilómetros de Bocaranga.
La zona minera de Bocaranga es importante para el sostenimiento del Grupo armado conocido como 3R que se traduce como Retorno, Reclamación y Rehabilitación –señalan este miércoles analistas- quienes no respetaron un acuerdo de paz firmado con el Gobierno el pasado 6 de febrero.
La República Centroafricana ha sufrido desde 2012 una guerra civil entre grupos rebeldes de mayoría musulmana originarios del norte del país, y milicias cristianas.
Aunque el presidente, Faustin Archange Touadéra, declaró en octubre de 2021 un alto el fuego unilateral con el objetivo de facilitar el diálogo nacional, el país sigue controlado por las distintas facciones que se enfrentan continuamente con un alto saldo de bajas civiles y destrucción.
De acuerdo con las evaluaciones de Naciones Unidas, las personas de las zonas en conflicto necesitan urgentemente alojamiento, alimentos y medicinas y ha instado a todas las partes a no atacar deliberadamente a civiles así como abstenerse de cualquier escalada que pueda empeorar la vulnerabilidad de las comunidades, la seguridad y la estabilidad.
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