Para casi todos los comentaristas deportivos, que dan rienda suelta a duros cuestionamientos, la Verdeamarelha, que empató la víspera a un gol con Colombia, aún no encuentra el equilibrio deseado por su entrenador Dorival Júnior.
Todos pronostican para el sábado otra debacle ante un impecable Uruguay en los eliminatorios cuartos de final del torneo, más aún por la ausencia de su actual mejor jugador, Vinicius Júnior.
El atacante estrella del club español Real Madrid jugó muy mal y cambió un sombrero (voltear la pelota por encima del contrario) por falta a James Rodríguez que llevó a una tarjeta amarilla y el impedimento de jugar contra La Celeste.
Según el director técnico (DT) brasileño, el penalti anulado contra los colombianos influyó mucho, porque el cotejo se hubiera puesto dos a cero y, con el equipo que tenemos, independientemente de que no salen resultados como nos gustaría, sería diferente.
«Luego vino la diana del empate. En el estadio, solo él (juez venezolano) y el equipo del VAR (Arbitro Asistente de Video) no vieron la penalidad. Brasil fue dañado, tenemos que ser realistas, el hecho sucedió, no fue la creación. Con un resultado ampliado, los movimientos de la partida serían otros, Colombia tendría que exponerse más», aseguró.
Pese a los criterios del DT, los analistas coinciden en que Brasil salió a la grama sin creatividad y los cafetaleros, con responsable estructura táctica, fueron muy superiores en la mayoría de los aspectos del juego.
«En lugar de admitir que João Gomes, Bruno Guimarães y (Lucas) Paquetá fueron ‘tragados’ por el ritmo de los mediocampistas colombianos, Dorival eligió el camino fácil. Desvió el foco hacia el árbitro Jesús Valenzuela», reseña el portal R7.
Indica que el burocrático equipo presentado por Brasil escapó de una derrota por falta de capricho en las definiciones del once del argentino Néstor Lorenzo.
El reputado periodista Cosme Rímoli escribió que, ante insistentes preguntas de la prensa sobre el débil fútbol de la selección nacional, el DT protegió a sus jugadores.
Tuvo también decisiones sin coraje, de no buscar soluciones ofensivas, sino cerrar el medio campo, temiendo la derrota.
Para Rímoli, en la primera competición oficial de Dorival Júnior como entrenador de la selección, el desempeño es decepcionante.
«Y reaviva el viejo dilema. La pregunta de si Brasil está preparado para jugar sin Neymar…», subrayó.
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