En conferencia de prensa, la ministra lusa de Medio Ambiente y Energía, Maria da Graça Carvalho, y la titular española de Energía, Teresa Ribera, informaron que están trabajando para eliminar los obstáculos relativos a la ejecución de la obra.
Antes de finalizar el mes de septiembre, deberán presentar las propuestas de proyecto a la Comisión Europea con vistas a iniciar los trabajos constructivos en 2027, confirmaron las funcionarias.
Nuestro compromiso es cumplir los plazos, seguir muy de cerca todos los avances tecnológicos e intentar eliminar las barreras al proyecto, expresó Carvalho, aunque reconoció que aún queda mucho trabajo por hacer a nivel tecnológico para asegurar la transportación del hidrógeno.
Al decir de Ribera, España y Portugal reúnen las condiciones para ser una superpotencia en energías renovables y los dos países pretenden utilizar la capacidad de hidrógeno barato que esperan construir para descarbonizar la industria pesada y atraer inversiones.
Según evaluaciones preliminares, el enlace previsto entre Barcelona y Marsella costará unos dos mil 500 millones de euros y tendrá capacidad para trasladar dos millones de toneladas métricas de hidrógeno al año.
Denominado BarMar, el emprendimiento formaría parte de H2MED, una red de infraestructuras de hidrógeno concebida para atenuar las actuales dificultades energéticas en Europa.
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