La intención de subir el valor de las gasolinas y otras medidas neoliberales también provocaron en 2019 y 2022, durante los gobiernos de Lenín Moreno y Guillermo Lasso, históricos paros nacionales protagonizados por organizaciones indígenas, campesinas, estudiantiles y de trabajadores.
En esta ocasión, ya desde el pasado 28 de junio el precio del galón de las gasolinas Extra y Ecopaís, de bajo octanaje, subió en esta nación sudamericana de 2,46 a 2,72 dólares y el impacto de ese incremento comienza a verse en el costo de algunos productos, aunque también influye la especulación.
Las centrales sindicales y otros colectivos sociales convocaron para este 4 de julio a una jornada de protestas, pero no se trata -según la convocatoria- de un paro nacional que implique el cierre total de vías, la suspensión de actividades productivas o de las clases.
Serán movilizaciones puntuales que se realizarán a partir de las 16:00, hora local, de este jueves en varios puntos del país.
Este martes hubo bloqueo de vías en la mañana, con quema de neumáticos, en las dos principales urbes del país, Quito y Guayaquil.
El presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE), Andrés Quishpe, aseveró que esas acciones fueron una previa a la gran movilización nacional de mañana.
Aumentar el precio de los combustibles implica “elevar el costo de la vida y condenar a más ecuatorianos a la pobreza”, alertó Quishpe, y reprochó los recortes en la educación, salud e inversión social por parte del Ejecutivo, en aras de cumplir con los compromisos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por su parte, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que fue protagonista de los paros en 2019 y 2022, apoya las movilizaciones, pero no participará en ellas.
El presidente de la organización, Leonidas Iza, expresó que “todas las formas de lucha sirven”, pero aclaró que “la Conaie no saldrá para una o dos horas, sino hasta tener resultados cómo se ha hecho antes”, en referencia a los paros de años anteriores.
Indicó que se reunirán la segunda quincena de este mes en una asamblea para determinar cuáles serán sus acciones frente a la decisión del Gobierno del presidente Noboa de subir los precios de las gasolinas de bajo octanaje.
Iza llamó a la Asamblea Nacional (Parlamento) a fiscalizar los 43 puntos del acuerdo firmado con el FMI, porque “no es posible que el país lo vendan a pedazos, mientras los pueblos estamos cada vez más empobrecidos”.
Los gremios de taxistas y otros transportistas que usan Extra y Ecopaís no descartan sumarse a las marchas, aunque llegaron a un acuerdo con el Gobierno para recibir compensaciones económicas por el incremento de los precios de estas gasolinas.
Si bien en estos momentos el valor de esos combustibles es de 2,72 dólares, partir del 11 de julio habrá un esquema mediante el cual el galón podrá subir máximo un cinco por ciento o bajar hasta un 10 por ciento mensualmente, en dependencia de la variación del valor internacional del petróleo y los combustibles.
La viceministra de Economía Ana Cristina Avilés, al anunciar la medida, justificó la eliminación de los subsidios y manifestó que ese beneficio es “inequitativo e ineficiente”, y consideró que incentiva actividades ilegales ilícitas como el narcotráfico, la minería ilegal y el contrabando.
“Si sube la gasolina, sube todo”, bajo ese lema es que cientos de ecuatorianos saldrán a las calles.
El economista Marco Flores advirtió que en la situación económica familiar también impacta de forma negativa el reciente incremento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12 al 15 por ciento.
Según Flores, los precios a lo interno están bastante controlados por una demanda en contracción, por el propio sistema de dolarización, y también por el consumo de los hogares que sucesivamente muestra tasas negativas.
Eso claramente significa reducción en la calidad de vida de la gente, sobre todo en la de los pobres y personas de menores ingresos, precisó el experto que también lamentó la inexistencia de un impulso real a la recuperación del crecimiento y del empleo.
En su opinión, Ecuador está sumido en la austeridad destructiva y la ineptitud manifiesta en la conducción de la economía.
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