Luego de que el Movimiento 23 de Marzo (M23) tomara el control de las ciudades de Kanyabayonga, Kirumba y Kayina, así como de otras comunas, no solo se incrementó el número de desplazados, sino el temor ante acciones de represalia de los insurgentes.
En el territorio de Lubero, actores de la sociedad civil y miembros de organizaciones juveniles permanecen escondidos, pues al ser personas que denunciaron las atrocidades del M23, tienen miedo de convertirse en blanco de esos hombres armados, denunció a Radio Okapi el relator de la sociedad civil de Lubero, Hilaire Kamabu.
En tanto, los rebeldes saquearon el centro sanitario de referencia de Kanyabayonga, del cual se llevaron una cantidad importante de medicamentos, material de laboratorio, ordenadores, colchones y otros objetos de valor, según fuentes locales.
Esta era la única estructura sanitaria que acogía a pacientes de esta comuna rural y de localidades periféricas.
La situación de inseguridad ha generado numerosos rumores y noticias falsas, lo cual resultó en acciones violentas con un saldo de 15 víctimas mortales en las últimas dos semanas en las regiones de Butembo y Lubero.
Bajo acusaciones de abandonar el frente de combate, o de colaborar con el M23 o las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), ciudadanos lincharon a soldados de las Fuerzas Armadas de la RDC e incluso destrozaron un hotel, aunque luego se comprobó que se trataba de un rumor infundado. Otras personas igualmente murieron debido a actos similares, incluidos dos trabajadores humanitarios el pasado 1 de julio.
El responsable de comunicación estratégica e información pública de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en la RDC (Monusco) en la región de Beni, Jean-Tobie Okala, remarcó la necesidad comprobar los hechos antes de reaccionar.
“Invitamos a los jóvenes, a toda la población, a tener mucho cuidado con la información que recibimos”, dijo, y agregó que la guerra ya está dañando mucho a la región y al país, por lo que no podemos permitir que comencemos a matarnos unos a otros basándonos en rumores e información falsa.
Desde el 27 de junio, el incremento de la violencia en el territorio de Lubero aumentó los desplazamientos de la población, elevando las necesidades humanitarias en la provincia de Kivu Norte, que ya alberga un total de 2,8 millones de personas refugiadas.
A esto se suma el temor a las ADF, cuyos ataques en el mes de junio provocaron la muerte de unas 200 personas.
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