La película de 2023 narra la heroicidad de Sir Nicholas Winton (1909- 2015), un filántropo británico de origen judío que salvó a 669 niños de morir en manos de la Alemania nazi, justo antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, dentro del episodio llamado Kindertransport.
Protagonizado por Anthony Hopkins y Helena Bonham Carter, el filme, del director de televisión británico James Hawes, se inspira en el libro Una vida. Los niños de Winton, escrito por su hija Barbara Winton para inmortalizar el legado de su padre, cuya proeza era prácticamente desconocida hasta finales de los 80.
Winton, hijo de un matrimonio judío alemán que se trasladó a Londres, se desempeña en esta ciudad como agente de bolsa. En 1938, a la edad de 29 años, su amigo Martin Blake le invitó a reunirse con él en Praga.
Allí quedó impactado por las condiciones infrahumanas en las que vivían algunas familias de origen hebreo en los primeros guetos de refugiados tras la invasión de los Sudetes, escenario que lo indujo a idear un plan para salvar a la mayor cantidad de niños del terror nazi.
Creó así una organización nombrada El Comité Británico para los Refugiados de Checoslovaquia, Sección para Niños, integrada en un principio por él, su madre, su secretaria y algunos voluntarios.
Tras 50 años prácticamente en el olvido, la hazaña del considerado Schindler británico salió a la luz gracias a su esposa Grete Gjelstrup, quien descubrió en 1988 las cajas en las que este había guardado las fotos y los documentos de los pequeños rescatados.
Conmovedor, como la historia misma, fue el encuentro entre un anciano Winton y varios de los niños rescatados, ahora adultos, en el programa de televisión That’s Life!. Los descendientes de estos participaron como extras en la recreación de ese emotivo instante en la película.
Nicholas Winton fue nombrado en 1993 Miembro del Imperio Británico por la Reina Isabel II, quien lo condecoró en 2002 con el título de Caballero por sus servicios a la Humanidad.
Mereció además el título de Liberador de la Ciudad de Praga y la Orden de T. G. Marsaryk, la Cruz de Primera Clase, máxima condecoración militar checa; la medalla de Héroe del Holocausto, concedida en 2010 por el Gobierno británico; y la Orden del León Blanco, última condecoración que recibió en Praga en 2014.
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