Al intervenir en el acto de cambio de mando de los servicios nacionales de fronteras, aeronaval y la policía, el mandatario precisó que de esa manera intentan impedir su cooptación por parte del crimen organizado.
Mulino adelantó que buscan elevar la moral de los agentes a la luz de que vienen tiempos complejos para el país, que atraviesa una crisis económica que prometió enfrentar con disciplina fiscal, austeridad y atracción de inversiones.
En ese sentido, el otrora ministro de Seguridad en la administración del expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014) precisó que se coordina la compra de equipamiento, uniformes, armas, municiones, automóviles y hasta el pago de los seguros que correspondan, según prometió.
En el acto celebrado en la Escuela de Oficiales Justo Arosemena, antigua base militar estadounidense en el Fuerte Davis, de la caribeña provincia de Colón, Mulino señaló que todos los estamentos merecen respeto de la población y del país entero, reconocimiento que se gana con hechos y no con rangos.
De otra parte, instó a los integrantes de los cuerpos de seguridad a tomar en cuenta que la placa y el arma que portan, con apego a la Constitución, no los coloca por encima de ningún ciudadano de la República, ni mucho menos por debajo.
Acompañado por el nuevo ministro de Seguridad Frank Ábrego, el mandatario entregó los banderines de mando a Jaime Fernández como nuevo director de la Policía Nacional; al comisionado Luis Antonio De Gracia, en el servicio aeronaval; y a Jorge Gobea, quien continuará al frente de las unidades en fronteras.
En el istmo, delitos como el tráfico de drogas, la violencia en las cárceles y el enfrentamiento armado de pandillas son asociados en muchas ocasiones a casos de corrupción en el ejercicio de la fuerza pública.
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