Las visitas son, en primera instancia, una muestra de acompañamiento a autoridades locales en la implementación de decisiones indicadas por instancias superiores, explicó el mandatario en su habitual podcast Desde la presidencia, publicado la víspera.
Ante las periodistas Alina Perera y Arleen Rodríguez –invitadas al espacio informativo-, Díaz-Canel ratificó que la alta dirección del país “está en la pelea junto a su pueblo” y en esos contactos puede apreciar los problemas más allá de lo que recogen los informes.
Permiten indagar por sí mismo la realidad, tomar decisiones, contribuir con las soluciones que algunos casos han favorecido la puesta en explotación de áreas ociosas para el aprovechamiento agrícola, enumeró el presidente cubano.
Asimismo, los recorridos atienden diversas problemáticas sociales en las comunidades, en el sector de la salud y la educación, y estimulan la búsqueda de respuestas a demandas laborales, sobre todo de jóvenes.
El dignatario del país caribeño mencionó también el análisis territorial del déficit presupuestario, el control de los precios, el enfrentamiento a ilegalidades, así como el fortalecimiento de la empresa estatal socialista y su vínculo con nuevos actores económicos.
El presidente República defendió el método de trabajo de diálogo constante con el pueblo, un legado del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, que hoy adquiere alta relevancia para el trabajo político.
La agenda del gobierno no puede estar distanciada del pueblo, y las visitas están concebidas para analizar los problemas y dinamizar sus soluciones, lo que demanda mayor esfuerzo y capacidad de trabajo de las autoridades locales.
El diálogo directo con el pueblo es enseñanza y aprendizaje, permite socializar experiencias, sistematizar criterios y reunir consensos, apuntó el jefe de Estado, quien resaltó el compromiso, la responsabilidad y la entrega de la dirección del país a todos los niveles.
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