Begoña Gómez, esposa del jefe del Ejecutivo español, no pudo declarar este viernes ante extraños manejos del juez Juan Carlos Peinado, quien basa la acusación en reportes de prensa y declaraciones de grupos claramente alineados con la extrema derecha.
Su abogado, Antonio Camacho, subrayó que Begoña Gómez se encuentra perfectamente, “como las personas que son inocentes, sin perjuicio», aunque reconoció que el proceso con visos de espectáculo ‘no es agradable para nadie’.
Aclaró que si el juez hubiera expuesto cuáles son los hechos objeto de investigación, Gómez hubiera declarado porque ‘tiene ganas’.
Deberá entonces volver a los juzgados madrileños de Plaza de Castilla el día 19 de julio, tras suspenderse este viernes la comparecencia al alegar la investigada que no conocía de qué se le acusa.
Además de las sindicaciones lanzadas por el grupo ultraderechista Manos Limpias, otra presunta querella llegó a manos del magistrado por parte de la asociación ultracatólica Hazte Oír.
El juez Peinado, curiosamente relacionado con el PP al cual pertenece su hija, hizo caso omiso al reporte de la Guardia Civil que señaló no encontrar elementos suficientes para procesar a Begoña Gómez.
Camacho subrayó que el juez actuó ‘sorpresivamente y en contra de principios básicos del procedimiento penal’, al informarles justo el día de la declaración de que había admitido una nueva querella, la de Hazte Oír, ‘sin notificación previa.
La ley otorga a los acusados el derecho básico de ‘tener conocimiento de los hechos que son objeto de la investigación’, zanjó el letrado.
El circo mediático en Plaza de Castilla añadió un momento oscuro al realizarse una grabación de Gómez caminando dentro del edificio judicial, pese a existir una prohibición expresa de filmar en su interior.
Vito Quiles, colaborador de prensa de Se Acabó La Fiesta, la agrupación de extrema derecha que ingresó recientemente en el Parlamento Europeo, se atribuyó en la red social X la filmación a la esposa del gobernante, saltándose la proscripción establecida.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, habló en duros términos de lo ocurrido y señaló que el juez Peinado buscaba que Gómez ‘hiciera el paseíllo (de la vergüenza), al tiempo que fustigó a los manifestantes reunidos a las inmediaciones de los juzgados.
«Un juez, pese a que una persona le dice que no tiene los elementos de juicio suficientes para declarar, la obligue a comparecer hoy como ha hecho (…) que sabía perfectamente que Begoña Gómez no estaba informada de aquello por lo que se le llamaba a tomar declaración, es impresentable», dijo Robles.
«Yo llevo más de 40 años en el mundo judicial y lo que he visto hoy me sorprende (…), es esencial que ‘se respete la presunción de inocencia de todo el mundo», sentenció la titular de Defensa.
Gómez es investigada en una causa abierta tras una denuncia de Manos Limpias por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios en relación con una serie de adjudicaciones al empresario Barrabés, profesor de un máster que ella codirigía.
Además, Hazte Oír afirma que también usó sus influencias para entablar relaciones comerciales y profesionales con diversas empresas y entidad, todo sin prueba alguna, lo que refuerza la idea de que se trata de una campaña para debilitar al presidente Sánchez.
El asunto enrareció las relaciones de Argentina y España, cuando el mandatario del país sudamericano, Javier Milei, llamó varias veces corrupta a Gómez.
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