Contrario a los augurios de muchos dentro y fuera del país sudamericano, el comienzo del ejercicio comicial que durará 21 días transcurrió en paz y con un alto talante de civismo y democracia participativa, en el que el pueblo se volcó a las calles a seguir a su pretendiente.
Todos los postulados tuvieron la oportunidad de desplazarse en Caracas y en el resto de los estados del país para mediante concentraciones, marchas y movilizaciones contactar con sus seguidores, para los que la jornada se convirtió en una gran fiesta electoral.
Los dos contendientes principales, Edmundo González, por la Plataforma Unitaria Democrática, y Nicolás Maduro, por el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, demostraron su fuerza en la capital con movilizaciones de sus partidarios, en los que resultó evidente la superioridad numérica de este último.
El Comando de Campaña Nacional Venezuela Nuestra Siglo XXI, que coordina toda la logística organizativa y movilizativa del oficialismo, celebró otras 69 movilizaciones en igual número de ciudades, para conmemorar los 70 años del nacimiento del comandante Hugo Chávez (1954-2013).
“Vamos a movilizar a cientos de miles de personas en Caracas y en otras ciudades del país”, anunció tres días antes Jorge Rodríguez, jefe de campaña de Maduro, y explicó que será un homenaje al líder bolivariano, quien el 28 de julio, día de las elecciones, cumpliría su septuagésimo aniversario.
En un paso estratégico y no menor, el actual Presidente, que va por su reelección y tercer período de gobierno al hilo, se trasladó al estado de Zulia, noreste, para formalmente comenzar su campaña en el municipio San Francisco.
Quise venir a este territorio a comenzar “esta campaña histórica, porque el Zulia da fuerte, es puro amor y es la fuerza del cacique Mara y el general Rafael Urdaneta”, manifestó ante miles de personas.
Según el Consejo Nacional Electoral, Zulia -gobernada por el opositor Manuel Rosales- tiene un alto potencial electoral con poco más de 2,5 millones de votos, nada despreciable en un registro electoral de 21 millones 620 mil 705 electores.
El actual jefe de Estado partió a Caracas, donde lo esperaban cientos de miles de personas, que él mismo valoró en millones en todo el país, que salieron desde el este y oeste de la ciudad para reencontrarse en áreas aledañas al Palacio de Miraflores.
El gobernante manifestó que pretendieron humillarlos, borrarlos del mapa, “quisieron matarme una y otra vez, pero no podrán jamás, y el 28 de julio le vamos a cobrar todas las cuentas a la derecha fascista”.
La pregunta es muy sencilla, “ustedes creen que algunos de esos patarucos (débiles, en referencia a sus contendientes) está preparado para dirigir Venezuela, ¡noooooooo!”, exclamó el pueblo.
Además de Maduro y González, pugnan por la presidencia Luis Eduardo Martínez, Daniel Ceballos, Antonio Ecarri, Benjamín Rausseo, José Brito, Javier Bertucci, Claudio Fermín y Enrique Márquez, quienes fueron apoyados por 37 partidos.
Importante resultó también el reinicio del diálogo directo entre los Gobiernos de Venezuela y Estados Unidos, quienes a través de una reunión virtual adoptaron dos acuerdos.
Uno referido la voluntad de trabajar en forma conjunta para ganar confianza y mejorar las relaciones y otro en “mantener las comunicaciones de manera respetuosa y constructiva”.
El representante venezolano Héctor Rodríguez advirtió que siempre responderán con la verdad e insistió que el “diálogo debe limitarse a lo acordado en Qatar”.
Los Estados miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), por su parte, acordaron la ruta para el surgimiento de la Agencia de Cooperación para el Desarrollo.
La creación de ese mecanismo da cumplimiento al mandato de la XXIII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del bloque, celebrada en abril pasado, y al decir del secretario general del ALBA-TCP, Jorge Arreaza, será “primordial para la liberación de nuestros pueblos”.
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