El gabinete debe dejar de promover la idea mal fundada de que los rehenes israelíes pueden y deben liberarse en las operaciones militares, subrayó en un comunicado el Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados (B’Tselem).
El 8 de junio último, el Ejército israelí liberó a cuatro prisioneros durante una operación en el campamento de refugiados de Nuseirat, ubicado en el centro de ese enclave costero, pero “cientos de palestinos fueron asesinados y heridos por el único crimen de vivir o refugiarse” en esa localidad, lamentó.
La organización no gubernamental, que citó a fuentes de salud palestinas, destacó que durante el asalto a Nuseirat murieron 274 personas, incluidos 64 niños y adolescentes, 57 mujeres y 37 ancianos.
Liberar a los rehenes es un objetivo digno, pero el costo en vidas palestinas es horrible dada la política de nuestras autoridades sobre el uso de la fuerza en Gaza, criticó.
B’Tselem afirmó que aunque Hamas tenía a los cuatro prisioneros en dos apartamentos residenciales dentro de un campo de refugiados “esto no absuelve a Israel del deber de abstenerse de ataques ilegales que ciertamente causarán daños desproporcionados a los civiles”.
La agrupación señaló que si los soldados israelíes disfrazados de civiles desplazados participaron en la lucha ello constituye una violación de la prohibición de la perfidia en el derecho internacional humanitario.
Todo esto reafirma la necesidad de un acuerdo, incluido el cese completo de los combates en Gaza, recalcó.
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