Según los registros del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar, la caída en mayo fue mayor que el descenso revisado del 1,2 por ciento en abril, ya que los mayores costos de los materiales y el debilitamiento del yen hicieron subir los precios de las importaciones.
Esto supone el vigésimo sexto mes consecutivo de descenso, ya que el mayor crecimiento del salario base en 31 años fue compensado por la inflación.
La presión a la baja continuó incluso cuando la Confederación Sindical Japonesa dijo el miércoles pasado que las empresas nacionales acordaron aumentar los salarios en un promedio del 5,1 por ciento en las negociaciones salariales de primavera de este año, ofreciendo un aumento de más del cinco por ciento por primera vez en 33 años.
El impacto de los incrementos de las remuneraciones se vio en los salarios nominales, con un aumento del salario base promedio del 2,5 por ciento a 263 mil 539 yenes (mil 600 dólares), el más rápido desde enero de 1993.
Sin embargo, el Ministerio de Trabajo se mostró menos confiado en que los salarios reales llegarán a territorio positivo, con el crecimiento del índice de precios al consumidor (que se utiliza para calcular los salarios reales) manteniéndose muy por encima del dos por ciento debido a los mayores costos de los servicios públicos y los alimentos.
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