De acuerdo con el Ministerio del Interior, detrás del bloque de insumisos, socialistas, ecologistas y comunistas se sitúa en la cámara baja el oficialista Juntos, formado por el partido gobernante Renacimiento y sus aliados, con 166 escaños, más lejos aún de la mayoría absoluta, fijada en 289 de los 577 curules en el Palacio Borbón.
Relegada a la tercera plaza quedó en el hemiciclo Agrupación Nacional (RN), organización identificada con la extrema derecha que alcanzó 143 diputados, muchos menos de los que aspiraba a conseguir para gobernar el país.
Los conservadores, liderados por el partido Los Republicanos, llevaron a la Asamblea a 65 parlamentarios, cerrando la cuenta de los bloques con presencia importante en esa instancia.
El resto de los escaños lo ocupan en la nueva legislatura francesa 19 diputados, agrupados en diversas fuerzas de izquierda (10) y otras (nueve).
La ausencia de una mayoría absoluta implica un camino incierto, ya que la misma otorga a las organizaciones la posibilidad de proponer al primer ministro.
En los próximos días se sabrá cómo queda el panorama político galo, amenazado por el escenario de una crisis institucional y por una nueva disolución de la Asamblea Nacional por el presidente Emmanuel Macron, quien no podrá hacerlo hasta julio del 2025.
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