El director general del Fondo Inversión Social de Emergencia (FISE), Virgilio Bravo, dijo al boletín Informe Pastrán que desde el 2007, con el retorno al poder del Gobierno sandinista, se promueve una política que estaba en riesgo anteriormente con las administraciones neoliberales.
“Hay un esfuerzo que se realizó inicialmente desde la Empresa Nicaragüense de Acueducto y Alcantarillado (Enacal) y eso tuvo un giro en el tema de las intenciones de privatizar el agua a nivel urbano, y por supuesto también tenía algunas implicaciones a nivel rural, porque al final lo que querían era ahorrar más recursos y que esto recayera en el bolsillo de la gente”, explicó.
Según Bravo, hasta el 2006 en la zona rural de Nicaragua la cobertura de agua potable era del 27 por ciento con cinco mil 200 comunidades y en la actualidad se registran siete mil 200 con ese servicio, lo cual representa un 57 por ciento.
Si hacemos una comparación entre lo que había hace 17 años, nosotros podríamos estar hablando de un 76 por ciento de cobertura, comentó el titular del FISE y añadió que desde el 2012 han invertido aquí más de 82 millones de dólares en 500 proyectos para garantizar el agua potable en las zonas rurales del país.
Recientemente se celebró en Nicaragua el I Congreso Nacional de Agua y Saneamiento «Agua para la Vida», con el objetivo de compartir conocimientos, experiencias y prácticas en la gestión del recurso hídrico como compromiso compartido con el desarrollo sostenible y el acceso equitativo al agua potable.
Entre los temas destacados se incluyeron la eficiencia en el uso del agua, la adaptación al cambio climático y la integración de tecnologías emergentes en la infraestructura de agua y saneamiento.
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