En criterio de las autoridades rusas, los electores franceses están claramente en un proceso de búsqueda, comentó Peskov a los periodistas este lunes durante su encuentro habitual con la prensa en el Kremlin.
Los adversarios de la extrema derecha en Francia recurrieron a la táctica del «cordón sanitario» en la segunda vuelta de las legislativas anticipadas para contener el avance del partido Agrupación Nacional (RN), de Marine Le Pen, e impedir que obtenga la mayoría absoluta de 289 diputados en la Cámara Baja.
Más de 200 políticos sacaron sus candidaturas tras la primera ronda para aumentar las oportunidades de otros pretendientes, capaces de hacer frente al RN en las urnas.
La coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) superó todas las expectativas y obtuvo 182 de los 577 escaños en la Asamblea Nacional, según los datos del Ministerio del Interior.
El segundo lugar lo ocupó la coalición Juntos, del presidente Emmanuel Macron, que consiguió 168 escaños, también por encima de las previsiones. Agrupación Nacional, a la que las encuestas de intención de voto auguraban de 175 a 205 escaños, quedó relegada al tercer lugar con 143.
El líder de la Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, al dirigirse a sus partidarios, declaró que el presidente Macron debe reconocer la derrota sufrida en las elecciones, destituir al primer ministro en ejercicio, Gabriel Attal, y permitir a la coalición izquierdista formar un nuevo gabinete.
Según el político, las izquierdas están preparadas para realizar su propio programa político y descartan formar una unión con los opositores de la coalición de Macron.
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