Tal conclusión consta en el informe de la pesquisa que descubrió la existencia de una asociación criminal, cuyo objetivo sería específicamente descarriar y vender objetos de valor (esculturas, joyas y relojes) recibidos por Bolsonaro como presente oficial durante su gestión presidencial (2019-2022).
«Se identificó además que los valores de esas ventas pasaban por conversión para dinero en efectivo e ingresaban en el patrimonio personal del expresidente de la República», refiere el documento.
Precisa que las operaciones se hacían por medio de personas interpuestas y sin utilizar el sistema bancario formal, «con el objetivo de ocultar el origen ubicación y propiedad de los valores».
Bolsonaro y 11 personas más fueron acusadas la semana pasada por los delitos de malversación de fondos, asociación criminal y lavado de dinero.
La PF entregó el viernes el informe sobre la investigación impreso, en un sobre, en el Supremo Tribunal Supremo.
El secreto del documento, que tiene 476 páginas, salió a la luz el lunes después de la decisión del ministro Alexandre de Moraes, ponente del caso en el Supremo.
De Moraes remitió el proceso a la Procuraduría General de la República que ahora analizará si archiva el expediente o denuncia a los acusados.
Resulta posible también que el órgano solicite una nueva recolección de pruebas.
Firmado por el delegado responsable Fabio Shor, el informe concluye las supuestas acciones criminales.
«Los elementos depositados en autos evidenciaron la actuación de una asociación criminal volcada para la práctica de desvío de regalos de alto valor recibidos en razón del cargo por el expresidente de la República Jair Bolsonaro y/o por comitivas del gobierno brasileño», apunta el texto. Detalla que los objetos eran recibidos, «en viajes internacionales, entregados por autoridades extranjeras, para posteriormente ser vendidos en el exterior».
Parte de ese dinero, supuestamente, sirvió para costear la estancia de Bolsonaro en Estados Unidos, donde viajó antes de dejar el poder y permaneció allí más de tres meses.
Las investigaciones contaron con la colaboración del teniente coronel Mauro Cid, exayudante de órdenes del político ultraderechista, quien firmó un acuerdo de delación premiada.
mem/ocs
