Ambas aeronaves están hace semanas varadas en tierra, una en Portugal y la otra en Chile.
Tales aviones son utilizados para el transporte de cargas, ayuda en inundaciones y emergencias sanitarias, búsqueda y rescate, y en apoyo a la estación científica uruguaya en la Antártida.
El ministro de Defensa Armando Castaingdebat dijo, ante la Comisión de Defensa del Senado, que espera contar pronto con al menos uno de los aparatos.
Se trata del que está en Chile a la espera de un motor nuevo para reemplazar otro averiado.
Se trata de la segunda rotura en los motores en los últimos meses.
Hubo que comprar uno nuevo y llevarlo a Chile por tierra, pues no entra en ninguna de las aeronaves que tiene disponible la FAU.
Ese Hércules tiene fijado en breve un mantenimiento de rutina, por lo que su alta operativa durará poco.
En ese proceso espera el otro Hércules, que desde diciembre del año pasado está en Portugal.
Castaingdebat argumentó que la demora se debe a «problemas internos» de la empresa a cargo del mantenimiento, la misma elegida cuando ambos aparatos operaban bajo bandera española.
Los dos aviones Hércules llegaron a fines de 2020, procedentes de España.
Su compra, por 21 millones de euros generó una polémica a nivel político que, con intermitencias, sigue hasta hoy, según el medio Caras y Caretas.
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