De acuerdo con el comunicado del Ministerio de Comercio, la pesquisa se enfocará en las prácticas del bloque bajo el ‘Reglamento sobre subvenciones extranjeras que distorsionan el mercado interno de la Unión Europea’.
La investigación se desarrollará hasta el 10 de enero de 2025, pero puede extenderse hasta abril de ese año.
Según la fuente, China utilizará diversos métodos para recopilar información, entre ellos cuestionarios, audiencias públicas e inspecciones in situ.
El objetivo es examinar en detalle el impacto de las medidas de la UE en sectores como el ferroviario, la energía fotovoltaica, la eólica y los equipos de control de seguridad.
La investigación se inició a petición de la Cámara de Comercio China para la Importación y Exportación de Maquinaria y Productos Electrónicos.
Beijing considera los aranceles adicionales impuestos por la Comisión Europea a la importación de vehículos eléctricos chinos como una medida comercial proteccionista políticamente motivada.
Los gravámenes de hasta el 37,6 por ciento entraron en vigor el pasado 5 de julio y en el mes de noviembre finalizará el plazo para el establecimiento definitivo de la normativa, si las partes no consiguen un entendimiento.
A juicio de China, el alza arancelaria para nada impulsará la competitividad de la industria manufacturera europea, al contrario, afectará de manera sensible al mercado europeo de vehículos eléctricos, socavará los intereses de los consumidores del bloque comunitario y obstaculizará los esfuerzos de la UE para reducir las emisiones de carbono.
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