Según una nota de prensa, la importante reunión se llevó a cabo bajo la dirección de la UA y el Panel de Alto Nivel para evaluar el progreso, abordar los desafíos y desarrollar estrategias para garantizar la implementación exitosa del acuerdo.
El presidente de la Comisión de la organización continental, Moussa Faki Mahamat, recibió a los miembros del panel y a los representantes de las partes, a quienes felicitó por el progreso logrado desde la firma del COHA y expresó su gratitud a los miembros del grupo de alto nivel por su liderazgo inquebrantable.
Precisó el texto que la cita estuvo enriquecida por la participación activa de las partes (gobierno etíope y TPLF), los observadores (Naciones Unidas, la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo, Estados Unidos y la Unión Europea) y los tres Estados miembros que proporcionaron el Equipo de Expertos Africanos (Kenya, Nigeria y Sudáfrica).
Las deliberaciones se centraron en el diálogo político entre las partes involucradas y acordaron identificar temas centrados en el regreso de los desplazados internos, el proceso de desarme, desmovilización y reintegración (DDR) con una ejecución gradual. Reconocieron avances en esos aspectos.
La UA agradeció el apoyo sostenido de los gobiernos de Kenya, Nigeria y Sudáfrica al proceso liderado por la organización, así como el reconocimiento a la ayuda de los socios bilaterales y multilaterales hacia la plena implementación del COHA permanente.
El Panel de Alto Nivel, por su parte, seguirá comprometido a apoyar el proceso de paz del norte de Etiopía y la UA a facilitar el diálogo, concluyó el texto.
La primera reflexión estratégica sobre el acuerdo tuvo lugar el 11 de marzo pasado en la cual Mahamat aseguró que “una paz duradera en Tigray no sólo será un dividendo de paz clave para Etiopía sino también para la región del Cuerno de África”.
Tras 10 días de diálogo en Sudáfrica, el 2 de noviembre de 2022, con la mediación del expresidente de Nigeria Olusegun Obasanjo, enviado especial de la UA, el gobierno etíope y el TPLF anunciaron el cese de las hostilidades.
Además del alto el fuego, el pacto comprendió el reinicio de la ayuda humanitaria a la población de la jurisdicción y la sanación y reconciliación, como pilares para preservar la soberanía e integridad.
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