El país vendió 9,8 millones de quilates de la piedra y recaudó mil 550 millones de dólares estadounidenses por ese concepto, lo que le permitió ubicarse en la cuarta posición entre los más grandes productores a nivel global, según informaciones del Proceso de Kimberley.

Rusia ocupó el primer puesto, seguida de Botswana y Canadá, para completar el podio de los tres primeros.

Otro aspecto significativo es que ocho de los 10 países que componen el ranking son africanos: Botswana, Angola, Sudáfrica, Namibia, Zimbabwe, Lesotho, Sierra Leona y República Democrática del Congo.

La industria diamantífera es hoy una de las líneas de desarrollo del sector minero en el país, que apuesta no solo por la explotación de nuevos enclaves de kimberlita, sino por incrementar la lapidación de las piedras en territorio nacional.

El país igualmente quiere afianzar las relaciones entre las empresas del sector y el Gobierno, y alimentar discusiones dinámicas que estimulen la innovación tecnológica y el crecimiento, de ahí que el Ministerio de Recursos Minerales, Petróleo y Gas esté preparando la segunda Conferencia Internacional de Diamantes.

El evento, previsto para el 23 y 24 de octubre en Saurimo, provincia de Lunda Sul, lleva por lema Invertir juntos para marcar la diferencia en la comunidad, y contempla temas como la investigación geológica minera, la exploración de diamantes en Angola, la lapidación de las piedras y la innovación tecnológica, entre otros.

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