Desde la jornada inaugural el martes ya lo había advertido el presidente Joe Biden, anfitrión de la cita, cuando anunció que reforzarían las defensas aéreas de Kiev por parte de los aliados.
Y en efecto, los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN se comprometieron la víspera a destinar como mínimo unos 43 mil 300 millones de dólares de ayuda militar a Ucrania para 2025.
Además, todo indica que es ya irreversible el camino de la nación del este europeo hacia la membresía de la OTAN, pese a las advertencias de Rusia sobre el tema y respecto a que la organización está jugando con fuego al suministrar armas a Ucrania.
La alianza nombrará un representante en Kiev y también tendrá un enviado especial para su flanco sur que coordine las relaciones con el norte de África y Medio Oriente.
Durante el fin de semana decenas de activistas por la paz participaron aquí en la Conferencia No a la OTAN, sí a la Paz y en una manifestación en el Parque Lafayette, frente a la Casa Blanca, para expresar su oposición a esta alianza, la cual, como expresaron, no es bienvenida.
Una de las oradoras, Medea Benjamin, cofundadora de CodePink, reclamó el fin del gasto del dinero de los contribuyentes de Estados Unidos para financiar la guerra de Ucrania.
La OTAN nació como resultado de la firma del Tratado de Washington el 4 de abril de 1949 y por décadas, supuestamente, brindó garantías de seguridad al mundo, pero en realidad, a juicio de historiadores y analistas, fue uno de los factores desestabilizadores a nivel global.
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