Aunque Biden se movió en temas externos (Israel, Rusia, Ucrania y China), el mayor énfasis de los periodistas recayó en los crecientes llamados -incluso desde las filas del Partido Demócrata- para que abandone la carrera presidencial.
Sin embargo, el mandatario se mostró firme en la decisión de seguir adelante, porque a juicio suyo debe terminar el trabajo.
Durante una hora Biden fue sometido a un interrogatorio de reporteros a quienes les fue dando la palabra según una solicitud previa en un listado. Comentó que al menos otros cinco presidentes de Estados Unidos en ejercicio que buscaron la reelección tenían números más bajos que los suyos más avanzada la campaña y por eso “voy a seguir”, subrayó.
Insistió que “hay un largo camino por recorrer en esta campaña” y enumeró los logros que atribuye a su administración en materia económica sobre todo en la creación de empleos. Es decir, las cosas se están moviendo, apuntó.
Biden reiteró en la conferencia de prensa que selló aquí la Cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) celebrada en los últimos tres días, la defensa a su capacidad de trabajo y admitió que se habla sobre su salud mental, incluso entre su equipo. “A veces hablan demasiado”, sentenció el ocupante del Despacho Oval.
“Creo que soy el mejor calificado para gobernar (…) y el mejor calificado para ganar”, acotó el presidente.
La campaña de Biden ha tratado de calmar los ánimos. Ayer sus máximos responsables no parecieron disipar de inmediato los temores sobre su candidatura durante una reunión de casi dos horas con los demócratas del Senado.
Según el servicio de la radiodifusión pública de Estados Unidos, NPR, un memorando que obtuvo de la campaña subrayó que hay un camino para ganar las elecciones, a pesar del «revés» del debate del pasado 27 de junio.
En ese sentido sugieren centrarse en los estados del «Muro Azul» de Wisconsin, Pensilvania y Michigan.
«Si bien no hay duda de que hay una mayor ansiedad después del debate, no estamos viendo que esto se traduzca en un cambio drástico en el porcentaje de votos», advirtió el memorando.
Sin embargo, el senador Michael Bennet confirmó lo que dijo esta semana: la posibilidad de que Biden pierda las elecciones «por abrumadora mayoría» y «se lleve la Cámara y el Senado» con él.
Una encuesta publicada la víspera reveló que el 63 por ciento de los votantes en Estados Unidos siente vergüenza tanto de Biden como su rival republicano Donald Trump, quien en mayo fue condenado por 34 delitos graves en el estado de Nueva York y enfrenta otros tres juicios penales.
El tanteo se realizó después del debate en Atlanta, donde, si bien Biden tuvo una «mala noche», Trump repitió infinidad de mentiras.
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