A los industriales rusos les interesa ampliar la participación de socios belarusos, tanto en los proyectos de construcciones aeronáuticas en curso como en el desarrollo conjunto de aviones, precisó el diplomático.
Un mayor grado de implicación de Minsk en esas actividades, a juicio de Galuzin, «responde plenamente al objetivo de potenciar la soberanía tecnológica y la cooperación industrial en la Unión» ruso-belarusa.
Semejante interacción «permitirá resolver el problema de la sustitución de importaciones procedentes de países hostiles y, a la larga, crear aeronaves seguras y competitivas en los mercados exteriores», añadió
El vicecanciller mencionó que la planta aeronáutica número 407 de Minsk fabrica componentes para el nuevo avión ruso MC-21, y que los dos países están trabajando en un proyecto de producción de aviones ligeros.
A mediados de abril pasado, añadió Galuzin, se firmó un convenio intergubernamental para la coproducción del bimotor turbohélice Osvey, un avión multipropósito con capacidad para 19 personas. Está previsto fabricar unas 90 unidades para el año 2030, dijo.
Paralelamente, Moscú y Minsk exploran la posibilidad de coproducir aviones Baikal, de nueve asientos, concluyó el viceministro.
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