Así lo describió Diego Ferney, el único de los firmantes de paz de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo que ha pisado la sede del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York para hablar en nombre de todos sus compañeros participantes en el proceso.
El excombatiente, quien ingresó a la guerrilla a los 19 años, aprovechó durante la inauguración de la obra emplazada en el Jardín de las Esculturas para destacar la importancia del respaldo internacional para la construcción de la paz en su país.
“Sin el apoyo internacional y de todos ustedes, el acuerdo de paz no estaría vivo hoy en Colombia”, afirmó.
El Monumento Kusikawsay, que significa vida pacífica y feliz en lengua quechua, fue elaborada con el metal fundido de 1,4 toneladas de munición que Naciones Unidas recibió durante la dejación de armas en 2016 en Colombia.
La obra simula a una canoa enterrada y representa la sabiduría ancestral de los pueblos indígenas que navega por los ríos colombianos portando la memoria y evocando el viaje hacia una nueva vida.
Así lo ha descrito su autor, Mario Opazo, quien es artista plástico y realizador audiovisual de origen chileno, pero que vive y trabaja en Bogotá.
La inauguración del Monumento Kusikawsay en la sede de las Naciones Unidas constituye un emblema de esperanza y un llamado a la reconciliación y la convivencia.
A juicio de Ferney, simboliza además el compromiso de los signatarios de cumplir con lo suscrito en el Acuerdo de Paz.
En su discurso como Alta Parte Contratante ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el exguerrillero defendió la importancia de la implementación integral del Acuerdo para todos los grupos afectados, como las víctimas del conflicto, comunidades afrocolombianas e indígenas, personas LGBTIQ, y defensores de derechos humanos.
También instó a fortalecer la coordinación entre las 53 Entidades de Estado y las 15 instancias creadas por el Acuerdo, que actualmente no están produciendo los resultados esperados.
El conflicto con grupos armados ilegales sigue generando violencia y obstáculos para la implementación del Acuerdo en Colombia, alertó Ferney, quien resaltó asimismo la necesidad de que los protocolos de la política de Paz Total incluyan protección clara para los firmantes y la población civil.
La violencia en los territorios continúa afectando gravemente a las comunidades y es latente la preocupación por la violencia contra mujeres reincorporadas y comunidades étnicas, expuso.
Advirtió además sobre el alto grado de impunidad en homicidios y violencia que aún persiste en la nación sudamericana por lo que hizo un llamado a la Unidad Especial de Investigación de la Fiscalía a generar resultados significativos, y a la Jurisdicción Especial para la Paz a impartir justicia y a garantizar seguridad jurídica para los firmantes.
A pesar de los retos descritos, celebró Ferney los avances en la compra y entrega de tierras dentro de la Reforma Rural Integral y la aprobación de la Jurisdicción Agraria por el Congreso y la disposición de actualizar el Plan Marco de Implementación.
Estimó asimismo necesaria la presentación de un plan de acción con metas concretas para mostrar resultados a corto y mediano plazo, y aseguró que existe disposición para seguir trabajando e impulsando la implementación del Acuerdo.
También pronunció Ferney palabras de agradecimiento al Consejo de Seguridad por la invitación y el apoyo constante brindado al Acuerdo de Paz.
Culminó expresando su convicción de que, con el acompañamiento de ese órgano de Naciones Unidas, la paz prevalecerá.
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