La entidad castrense igualmente precisó en su página oficial de Telegram que con los próximos cohetes que estudien, podrán determinar si son de la versión primaria o si ya se les hicieron modificaciones, además si se usaron nuevos bloques o se colocaron señuelos.
Esto permitirá orientarse en lo que respecta a las modificaciones, estudiar cada bloque por separado, determinar las particularidades del funcionamiento y de los componentes de control y, en definitiva, ser más efectivos a la hora de derribar esos misiles, precisó la nota.
Previamente los militares rusos también analizaron los componentes de los misiles Himars y Atacms, ambos de fabricación norteamericana, y que fueron interceptados por los sistemas de la defensa antiaérea.
Los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) entregan los misiles Storm Shadow a Ucrania como parte de su ayuda militar. El proyectil es un proyecto conjunto del Reino Unido y Francia, en este último país se denomina Scalp.
El Gobierno británico anunció en mayo de 2023 el envío a Ucrania de este tipo de misiles que tienen un alcance de hasta 560 kilómetros, dependiendo de la modificación.
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